viernes, 8 de agosto de 2008

El nacimiento de Ramiro


Hace unos días, mientras manejaba, Ramiro -el primer hijo que tuve con Liliana, mi ex esposa- me preguntó por qué le puse tal nombre. Quería confirmar de mis labios si era cierta aquella historia que alguna vez le contó su mamá.

Yo le respondí que todo comenzó meses antes de que planificáramos su nacimiento. En realidad se gestó cuando Omar, mi cuñado, esperaba la llegada de su segundo hijo. Admirador de Rubén Blades y Willie Colón, acababa de escuchar el disco Maestra Vida, considerado la primera ópera salsa original, que narra la historia familiar de cualquier barrio latinoamericano, pero realizado con mucha calidad musical y elementos narrativos literarios.

Uno de sus temas mejor logrados y con mucho ritmo para bailar se tituló “El nacimiento de Ramiro”, el cual describe ese momento maravilloso que tiene un padre ante la llegada del hijo. La canción transmite, además, todas las sensaciones que se comparten en un vecindario de extracción popular, donde la alegría de uno es la alegría de los demás.

Omar me anunció que su hijo a nacer se llamaría Ramiro porque la composición le parecía biográfica. Yo la escuché y también creí lo mismo, mucho más cuando parte de la letra decía “Nació mi niño, mi niño, nuestro niño, quién lo creyera que después de haber andado tanta esquina, correteado tanta hembra y enredado en mil problemas iba yo a salir papá”. Aplaudí su decisión pero lamenté que se me adelantara.

Finalmente le nació una linda nena y el nombre quedó a mi disposición para cuando llegara tal acontecimiento.

Hacia diciembre de 1986 pude cristalizar ese deseo cuando -pese a una negligencia médica- Ramiro llegó a nuestro hogar. Su gestación no fue completa, nació antes que cumpliera los siete meses, con un peso menor a los dos kilos y un tamaño muy inferior a lo habitual. Sólo su permanencia de varias semanas en la incubadora y la mano divina hicieron de él un chico normal. Hoy, a sus 21 años, con un metro ochenta de estatura y un sobrepeso digno de su profesión de cheff, recuerdo ese momento como si fuera ayer.

Ahora que me pidió confirmarle el porqué le puse ese nombre vienen a mi todas las escenas de esa película que llevamos grabada en nuestro interior y que se reestrenan cuando alguien aprieta el botón debido.

No es sino hasta que se uno se vuelve padre en que podemos comprender en su real magnitud a nuestros padres. No es sino hasta ese momento indescriptible en que nuestras vidas pasan a depender de ellos, tan frágiles a simple vista pero tan sólidos para transmitirnos existencia.

Mi gordo, con su pregunta, hizo que soltara todos mis entusiasmos como el primer día que nació. Y allí, entre el tráfico infernal que por estos días vivimos en Lima, fuimos conversando de otros temas como cuándo conocí a su mamá o el día que nos casamos, esto sin descuidar los detalles de esa boda que, según le recuerdan sus abuelos, fue hermosa y muy concurrida.

Los años pasan tan pronto -y por esta época pareciera que más rápido- que en menos de lo que uno piensa nuestros pequeños se vuelven hombres que ya trabajan y orgullosos desean invitarte algo o gastar su dinero para hacerte un regalo.

A veces el tiempo nos juega una mala pasada y las relaciones de pareja no se mantienen como uno quisiera. A veces se deterioran, a veces se rompen, a veces se acaban, pero los hijos siempre estarán allí para recordarnos que fueron el resultado de una relación de amor.

Ramiro en las voces de Blades y Colón

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese tema de Rubén Blades es un himno para todos los que somos padres. Al igual que la canción bebí con todo mi barrio cuando nació mi primer hijo. ¡Qué viva Latinoamérica!

Anónimo dijo...

La llega de un hijo no tiene comparación. Esa canción escrita por Rubén Blades es lo máximo.

Anónimo dijo...

A mi esposo también le gusta esa canción porque dice le trae recuerdos juveniles. No hubo dudas para ponerle tambien Ramiro a nuestro primer hijo

Anónimo dijo...

Hermosa la cancion en verdad, te felicito por ser padre y amigo de tus hijos , debe ser bello y sublime sentir esos sentimientos.
¡Felicidades!

Mis Huellas dijo...

Muy interesante esta anecdota. Creo que muchos Latino Americanos se identifican con las liricas de esta cancion como mencionastes. Esta fue una de las canciones que se convirtieron en himnos en mi casa cuando nacio mi primer hijo. La otra cancion fue "Nacio Varon" de Cuco Valoy.

buy kamagra dijo...

Este aconteciento si que ha sido uno de los mejores que he escuchado muy original el nombre de nuevo retoño y todas las cosas detars de su nacijiento como lo del prestigioso artista Ruben Blades todo fue perfecto.