Por los correos que me remiten, compruebo que existe más preocupación de lo que se dice respecto a esto de llegar a la base 5. Puede que un amor de pareja o un trabajo estable sean dos necesidades mayoritarias, pero también lo es la salud.
Indicadores oficiales revelan que las expectativas de vida más altas las tienen naciones como Japón, Suecia, Suiza, Australia, Francia, Canadá, Italia, España, Noruega, Alemania y el Reino Unido, pues sus ciudadanos pueden vivir hasta los 80. En el lado opuesto se sitúan los nacidos en Tanzania, Guinea, Sudán, Costa de Marfil, Ruanda, Somalia, Nigeria, Afganistán, Namibia, Sudáfrica, Mozambique, Sierra Leona, Zimbahue, Zambia, Angola y Suazilandia, con promedios entre los 50 y 32 años.
Quienes nacimos en Uruguay, México, Venezuela, Colombia, Brasil y Perú podemos llegar a los 75 años. Y mejor expectativa tienen los costarricenses, cubanos, chilenos, ecuatorianos y argentinos con 77. En el lado opuesto figuran los bolivianos y haitianos con 66 y 57 años, respectivamente.
Esto significa que, si los cincuentones apenas estamos cumpliendo dos tercios de posibilidades de vivir, todavía tendremos unos 25 años para hacer de las nuestras. Es decir mucho. O sea el tiempo que nos tomó para nacer, ser niños, adolescentes, jóvenes, adultos, colegiales, universitarios, hacernos profesionales y conocer posiblemente a la madre de nuestros hijos (por lo menos del primero). Así, una nueva preocupación surgida es mejorar la calidad de vida para cuando lleguemos a esa edad, pues para entonces -dentro de dos décadas y media- podría aumentar la expectativa de vida en dos años por lo menos.
Indicadores oficiales revelan que las expectativas de vida más altas las tienen naciones como Japón, Suecia, Suiza, Australia, Francia, Canadá, Italia, España, Noruega, Alemania y el Reino Unido, pues sus ciudadanos pueden vivir hasta los 80. En el lado opuesto se sitúan los nacidos en Tanzania, Guinea, Sudán, Costa de Marfil, Ruanda, Somalia, Nigeria, Afganistán, Namibia, Sudáfrica, Mozambique, Sierra Leona, Zimbahue, Zambia, Angola y Suazilandia, con promedios entre los 50 y 32 años.
Quienes nacimos en Uruguay, México, Venezuela, Colombia, Brasil y Perú podemos llegar a los 75 años. Y mejor expectativa tienen los costarricenses, cubanos, chilenos, ecuatorianos y argentinos con 77. En el lado opuesto figuran los bolivianos y haitianos con 66 y 57 años, respectivamente.
Esto significa que, si los cincuentones apenas estamos cumpliendo dos tercios de posibilidades de vivir, todavía tendremos unos 25 años para hacer de las nuestras. Es decir mucho. O sea el tiempo que nos tomó para nacer, ser niños, adolescentes, jóvenes, adultos, colegiales, universitarios, hacernos profesionales y conocer posiblemente a la madre de nuestros hijos (por lo menos del primero). Así, una nueva preocupación surgida es mejorar la calidad de vida para cuando lleguemos a esa edad, pues para entonces -dentro de dos décadas y media- podría aumentar la expectativa de vida en dos años por lo menos.
Giovanna, una lectora colombiana profesional de la salud, me remitió ciertas recomendaciones para conseguir una longevidad plena que nos permita disfrutar de lo mucho que queda por vivir. No se trata de crema ni pócimas milagrosas, sólo de conocer los alimentos indicados que contienen los antioxidantes necesarios para evitar los achaques.
Tomates: La fuente más grande del antioxidante lycopene, que reduce el riesgo de cáncer de próstata, pulmones y estómago en 40% e incrementa su supervivencia. Quien come tomates funciona mejor mentalmente en la edad avanzada y sufren la mitad de enfermedades del corazón.
Aceite de Oliva: Ayuda a reducir la muerte por enfermedades cardíacas y cáncer. Investigaciones muestran que sobrevivientes a los ataques del corazón con una dieta mediterránea tiene la mitad de la tasa de mortalidad que aquellos que llevan una dieta normal. Es alto en actividad antioxidante.
Uvas Rojas: También tienen un poder antioxidante, lo mismo que el vino tinto (no blanco). Científicos franceses han mostrado que beber vino tinto con moderación incrementa la longevidad, pero un exceso tiene el efecto opuesto, así que limítese a dos vasos por día.
Ajos: En Alemania descubrieron en su composición antioxidantes que ayudan a librar del cáncer, enfermedades cardiacas, envejecimiento y a prolongar el tiempo de supervivencia al cáncer.
Espinaca: Vegetal sólo comparado con el ajo por su actividad antioxidante, también rico en acido fólico, ayuda a luchar contra el cáncer, enfermedades cardiacas y desórdenes mentales. La Nueva Universidad de Kentucky demostró que el acido fólico puede prevenir la enfermedad de Alzheimer.
Granos Enteros: Estudios de la Universidad de Minnesota sugieren que mientras más granos enteros consuma usted, bajará su propensión a la muerte en un 15%. Los granos enteros contienen agentes anticancerígenos y ayudan a estabilizar el azúcar en la sangre y la insulina, lo cual promueve la longevidad.
Salmón, trucha y otros pescados: Contienen altas cantidades de aceite Omega-3 gestor de milagros a través del cuerpo y que lucha virtualmente con cada enfermedad crónica conocida. Sin esto, su cerebro no puede pensar, su corazón no puede palpitar, sus arterias se obstaculizan, y sus articulaciones se inflaman. Usted necesita una onza al día, o dos porciones de salmón, sardinas, macarela, arenque o atún por semana.
Nueces: La Universidad de Harvard encontró que comiendo más de 5 onzas a la semana, se puede evitar un 40% de ataques al corazón y ayuda a prevenir la mortal arritmia cardiaca. Las almendras y nueces además bajan el colesterol de la sangre.
Té: El té verde o negro gozan de iguales beneficios antioxidantes. Los investigadores de Harvard, encontraron que una taza al día puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas a la mitad, mientras que la Universidad de Tufts demostró que el té de bolsita o instantáneo tiene muy poco efecto.
Les retransmito esta información resultado del rigor científico de quienes esperan que, en pocos años el hombre llegue a los 100 como promedio. ¿Es eso difícil?. Parece que no pues en la actualidad hay más de 200 mil personas en el mundo que superan esa edad.