viernes, 4 de julio de 2008

El amor te vuelve ciego

La famosa frase de que el amor te vuelve ciego ha dejado de ser una simple expresión para tener todo un respaldo científico. Investigaciones recientes sobre el funcionamiento del cerebro revelan que las personas enamoradas son incapaces de ver los defectos del ser amado y pierden la capacidad de criticar a sus parejas.

Mara Dierssen, neuróloga e investigadora del Centro de Regulación Genómica de Barcelona asegura que en determinados sentimientos, especialmente en los casos de amor romántico o maternal, se activan las mismas regiones del cerebro y, simultáneamente, se "desactiva" la zona del cerebro encargada del juicio social y de la evaluación de las personas.

La profesional -que expuso hace su trabajo unas semanas en el foro internacional “Amor, ciencia y sexo” realizado en España- afirma además que esta insólita situación ocurre no solamente con los seres humanos sino también en los animales y tal severación es resultado de varios años de estudios con la finalidad de conocer el complejo funcionamiento del cerebro.

Si bien, los trabajos no están concluidos, estos avances sirven para empezar a responder preguntas que nos hacemos desde siempre, como saber qué ocurre en nuestro interior cuando nos enamoramos, si es cierto que nos enamoramos con el cerebro o con el corazón y por qué a veces sentimos deseos sexuales y otras no.

Si bien, la Real Academia define la palabra amor como "un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser", para la doctora Dierssen, el amor es mucho más simple y simplemente dice que es "una adicción química entre dos personas".

Según la investigadora, cuando hay enamoramiento sólo ocurren otros deseos como atracción física, apetito sexual, afecto y apego duradero. Estos sentimientos producen al interior un conjunto de alteraciones químicas que generan a su vez sustancias como la dopamina, responsable de la sensación de atracción o la serotonina, implicada en los pensamientos obsesivos.

El trabajo también permite comprobar que los cerebros de hombres y mujeres funcionan de manera diferente en cuestiones del amor, incluyendo lo relacionado a los deseos sexuales. "Se ha descubierto que existen diferencias entre géneros, de manera que el hombre es más sexual, tiene un apetito sexual más constante, mientras que la mujer es más sensitiva", explica Dierssen.

Con respecto a la infidelidad, la experta advierte que ésta se produce de diferente manera de acuerdo a las especies. Recuerda que, por ejemplo, sólo el tres por ciento de los mamíferos son monógamos, como los ratones de la pradera, las orcas o el hombre, mientras que la gran mayoría son promiscuos.

Sin embargo, Dierssen dio a conocer sobre un experimento hecho con ratones de montaña, caracterizados precisamente por su gran promiscuidad. Dijo que mediante una manipulación genética en estos animales se consiguió que los machos sean fieles a su pareja.

Se imaginan qué pasaría si este experimento se aplicara a los seres humanos. Qué pensarían ellas de tal posibilidad. Sobre todo cuando por otros estudios se conoce que un 15 por ciento de latinos reconoce haber sido infiel alguna vez en su vida y un 45 por ciento afirma que lo deseó en algún momento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No importa lo que digan...¡Qué viva el amor!

Anónimo dijo...

Yo siempre he pensado que el amor estupidiza a todos quienes caen en sus redes. Por eso es preferible hacerlo con la cabeza

Viagra Canada dijo...

Es muy cierto, pero para estan los amigos y la familia para abrirle los ojos a uno cuando eso sucede y la persona de la cual se esta enamorada se aprovecha del enamoramiento de uno.