viernes, 4 de abril de 2008

La curva de la demencia

Durante muchos años, y a manera de justificar el descuido corporal, dijimos a los cuatro vientos que esa protuberancia que asomaba en el abdomen era el inicio de la “curva de la felicidad”.

Tal eufemismo fue aceptado con resignación por las parejas que, por lo general, nos conocieron en la plenitud de nuestro estado físico, haciendo deporte, enfrentándonos a quien se atreviera a mirarlas más de la cuenta o alardeando de la propia fuerza.

¿En qué momento empezó el cambio?. Sin duda después del matrimonio. ¿Por qué?. Simplemente por dejadez, aunque como excusa digamos que ella lo alentó preparándonos los platos y postres favoritos. En simultáneo, y mientras la “curva” crecía con los años, les exigíamos que se mostraran siempre regias y que se arreglaran todo el día. No importaba si sus cuerpos tenían la flacidez o hinchazón de varios embarazos.

Felizmente no me encuentro entre quienes alcanzaron tal categoría. Cuando quiso presentarse, por un poco de amor propio, recurrí al gimnasio y no sólo rebajé esa grasa abdominal -como diría Arjona- sino también los kilos que con los años llegaron y se quedaron. Hoy, tengo el peso de cuando me casé hace 25.

Pero tengo amigos que no. Lo mismo conozco a muchas personas que hace tiempo tiraron la toalla, prefiriendo lidiar con la barriga cervecera y comprándose cada año pantalones de una talla mayor con una correa más larga.

Hoy me acabo de enterar que ellos corren el riesgo de sufrir demencia senil cuando ingresen a la tercera edad. Y no es la atrevida premonición de algún chamán o aventurero que interpreta los signos zodiacales. No. Se trata de un amplio estudio divulgado por la revista norteamericana Neurology.

El trabajo fue realizado por la División de Investigaciones de Kaiser Permanente, una aseguradora de salud, y tuvo una duración de 36 años, lo que demuestra la seriedad del mismo; durante ese lapso se estudió a 6,583 personas -de entre 40 y 45 años- a quienes se midió su densidad abdominal.

La doctora Rachel Whitmer, autora del análisis, afirma que dicho diagnóstico demuestra una vinculación directa entre mayor circunferencia de barriga y riesgo de demencia. Este se suma a trabajos anteriores que confirman que a mayor exceso de peso mayor riesgo de diabetes, derrames cerebrales y enfermedades cardiovasculares.

Las cifras del alarmante estudio indican que quienes lucieron sobrepeso y barriga abultada tuvieron el doble de probabilidades de desarrollar demencia que las personas con peso y barriga normales, triplicándose para quienes estuvieron en la categoría de obesos.

Asimismo, las autopsias demostraron que el nivel de adiposidad abdominal en adultos de edad avanzada tuvo vinculación con la atrofia cerebral, principal causante para desarrollar algún tipo de demencia, lo cual puede empezar en la edad mediana (o sea entre los 40 y 50).

Vicente, un amigo que hace unos meses recién superó los 40 años pero con su “curva de la felicidad” sin haberse casado, comprometido siquiera y menos tener quien le cocine, ha jurado regresar al gimnasio luego de su fracasado intento de hace un lustro.

Juan Carlos, Esteban, Manuel y Vicente

En ese entonces, muy afanoso, se inscribió tras ser convencido por Juan Carlos, Esteban y Manuel, ya que ellos también asistían. Todo iba bien hasta que este trío compró una trusa de encaje rojo, coquetamente femenina, y se la escondió entre sus implementos de baño. Una noche, al terminar la jornada de ejercicios, luego de ducharse, en el vestuario lleno de hombres, Vicente estiró la toalla para secar su adiposa figura, con tan mala suerte que la prenda íntima cayó al suelo ante el asombro de todos los presentes. Desde entonces justificó su fama de solterón.

Balada para un gordo

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa relación de demencia y barriga se aplica tranquilamente al presidente Alan García. Otro ejemplo, el gordo González y para terminar el gordo Cassareto!!

Anónimo dijo...

No spamees en los foros !!!!!!!

Anónimo dijo...

Y mucho menos spamees en www.forosperu.net

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Muchas personas sufren de eufemismo que es una causa de la superficialidad y los estereotipos de "belleza" creo que es importante que nos cuidemos siempre pero es fundamental aprender a amar de verdad.

Viagra Canada dijo...

una buena panza indica que sos un tipo feliz! eso es lo que cuenta!